EMET veEMUNÁ…

La llegada del mes de Ab evoca en nosotros la intemperie, la soledad, el desamparo…Un nombre
tan pequeño provoca grandes heridas en la memoria ancestral de toda una nación. “Ab” quiere
decir principio. También nos habla del padre…Ausencia y vacíos que se perfilan como eternos y
que sin embargo, en cada generación y en cada siglo, “Ab” abre las compuertas de la esperanza,
del retorno…Ser vulnerables no necesariamente habla de ser débiles. Ser vulnerables, es ser
sensibles, ¡más que nunca! A lo que hemos perdido…y despertar nuestros sentidos, para
recuperar la experiencia del vivir, en cada uno de sus días…

No son tempos fáciles. Creo que nunca lo fueron cuando se trata de vivir. De enfrentar los días y
las horas intentando hacerlos significativos. Intentando ser nosotros mismos significativos…No
siempre lo logramos. Alguna que otra sensación de vernos “exitosos” cuando progresamos en lo
económico lleva a confundir, nos hace pensar que todo estará resuelto. “Ve-há kesef y’aané et
há-col” afirmaba Kohelet con su particular sabiduría. “Y la plata –el poder económico” habrá de
responder por todo”…¡Cuánta verdad decía este rey desalojado de su trono y penaba por las
callejuelas de Jerusalém que otrora lo había visto rey supremo! Y nosotros, reyes de la nada, casi
que imaginamos la vida en sus mismos temores o especulaciones.
El verbo “y’aané” tiene que ver con dar respuesta por un lado. Pero una pronunciación diferente
sería: “y’eané”…Cambia una vocal. Cambia todo el sentido. Esta segunda acepción habla de
sufrimiento, habla de dolor, habla de cuánto podrá el poder económico alterar nuestras rutinas…
El escenario intermedio de una guerra interminable y digo intermedio porque nunca he de saber
si estamos definitivamente liberados de ella o de ellas, ha abierto brechas. Profundas. Brechas
inimaginables entre aquellas murallas que parecían inexpugnables: la familia, la solidaridad, la
credibilidad, la fidelidad, la amistad y hasta me animaría a decir, la mismísima emuná y el irat
Shamáim. No me malinterprete. No es crítica. Es una lectura personal. Usted sabrá elegir entre
“a mí no me va a pasar”, o bien, “me siento un tanto identificado”. Por cierto una tercera opción

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siempre está: ‘no me importa ni me lo cuestiono…yo sigo funcionando’…La estación apatía que
sale desde la estación anterior ‘indiferencia’, son las que nunca llegan a término…Tristemente.
En lo personal, me siento desbordado por la incertidumbre. Al ver cómo se nos van escapando
oportunidades maravillosas de preservar vidas preciosas. La de los secuestrados hace casi ¡¡2
años!!, y la de criaturas que no aprendieron a vivir, y dan sus vidas por mí, por usted, por
nosotros….
Es cierto. El estar en estas “Tres Semanas” – mi padre llamaría a este tiempo ‘eja’- parece
aumentar la sensación de desamparos, abandonos y soledades. Es posible. Pero no necesito de
un espejo en estos tiempos. Sino de una ventana. Algo que me permita ver un poco más allá de
mí mismo y ubicar a ese otro con quien he construido, junto a quien he soñado; a la par de otros
sueños que se traslucen por esa ventana del alma que permite reconocer sólo transparencias y
por sobre todo la verdad…
Este viernes 18 de Julio, suma a mi incertidumbre y dolor. Por la impotencia. Porque también fui
testigo de aquello. Testigo en Argentina es sinónimo de impotencia quisiera aclarar. Y me duele
por mis queridos, todos nuestros queridos, que no deben confundir estabilidad económica con
olvido intencional. Más allá del presidente de turno. 31 años mis queridos. De injusticia. De
consternación. De impunidad a la luz del día, si hay días todavía..
Pinejás es un hombre que sólo apela a la verdad. Y actúa casi con intempestividad en medio de
un caos social. Intenta poner fin a la mortandad con una ‘muerte’. ¿Se debe actuar con violencia?
“Maasé Pinejas she-ló birtzón jajamím”. Eso debe quedar claro. ‘Lo obrado por Pinejas no
responde a la voluntad de los sabios’. ¿Entonces? ‘Sólo que esa hora implicaba una decisión
como la que él tomó…’. Al menos Pinejás pudo detener la misma muerte de un pueblo. De su
comunidad. Y tal vez por ello, HaShem le concede «Berití Shalom”: Su Pacto de Paz…
Y del escenario de Pinejas, nacen mujeres muy especiales. Benot Tzelofjad con un amor
recóndito y maravilloso por la tierra de Israel. Mujeres que permiten soñar con un futuro.
Mujeres que no renuncian y se ‘saben plantar’ en su decisión. “Eshet Jail” – esa mujer de ‘valor’,
que enfrenta la adversidad y pone todo su ser para alcanzar sus objetivos.
Entre esos extremos transcurre la vida. Entre quienes han decidido devolver el honor a una
sociedad mancillada por la deslealtad y la infamia, y aquellas otras, que vienen a pedir –desde lo
‘bajo’, el espacio más elevado para su continuidad: una porción de tierra donde crecer, donde
educar, donde mirar al Cielo y dar gracias a D’s…
Llegará el mes de Ab con todas sus manifestaciones y recomendaciones. Llegará el tiempo del
ayuno. Se incrementará mientras tanto el duelo…Todo es sabido. Tal vez, lo desconocido, se
mantiene intacto: ¿quiénes somos? ¿Cómo actuamos? ¿Qué hemos aportado para que en vez de
destrucción, se pueda al menos, construir algo diminuto como la esperanza? Tal vez la llegada
del mes de Ab, nos logre llamar a silencio. Y pensar. Y reflexionar. Y saber que hay Un solo Juez –
el Juez de la Verdad…Aunque no hace falta esperar a venerar al ausente, aquel que ya se ha ido
de entre nosotros para entonces recitar Baruj Dayan haEmet…
Quiera El Todopoderoso darnos fuerza y un poco de Su Luz, para ser personas mejores. Al menos
personas…Porque allí nace la credibilidad; allí crece la honestidad; desde allí somos creíbles y
confiables. Y cuando hay confianza –‘emun’- tal vez podamos volver a crear la Emuná. Emet
veEmuná…

¡¡Shabat shalom umeboraj!

Mordejai Maarabi

En bendita memoria de Najum –Javier- Tenenbaum Z”L
Alumno dilecto. Ser ejemplar. Hijo, Hermano y Padre singular
Arrancado esa mañana fatídica, a las 9:53 hs

Y a todos los asesinados en el fatal atentado a la AMIA. Una vergüenza que aun cubre los
cielos siempre oscuros de una Argentina, con ex presidentes, ministros y policía, que dejaron
desnuda a la justicia, y haciendo de la vida, un símbolo del horror y la muerte…
31 Años después, ‘las sangres de nuestros hermanos claman desde la tierra’. Y la impunidad
pasea por cada calle, hoy pidiendo por ‘palestina’…Más vergüenza. Más dolor. Más antisemitismo…

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