Nájal Guerar
Parque Sharsheret, Nájal Gerar. Foto sitio web “Keren Kayemet LeIsrael”
“Se fue de allí Itsjak y acampó a la vera del torrente de Guerar y se asentó allí.” Bereshit 26:17
Gerar era una región fronteriza cercana a Egipto, habitada por los filisteos (Plishtim), donde tanto Abraham como Itzjak enfrentaron pruebas similares, destacando los desafíos de fe y moral que enfrentaban los patriarcas. Ambos tuvieron que ocultar la identidad de sus esposas —Abraham respecto a Sara e Itzjak respecto a Rivka— subrayando un patrón de pruebas familiares que resalta la necesidad de mantener la fe en tiempos de incertidumbre.
El Ramban destaca que Gerar representa un estado de inestabilidad espiritual, cercano a Egipto, lo que simboliza el peligro de caer en la idolatría o la dependencia de las ayudas externas en lugar de confiar en D-ios. Según su comentario, la estancia de Itzjak en Gerar indica una prueba en su nivel de confianza en la promesa divina, y el hecho de que D-ios lo bendiga allí a pesar de sus errores muestra la misericordia divina.
Itzjak habita temporalmente en la tierra de Gerar, y a pesar de la hambruna que azota la región, recibe una bendición divina de abundancia, multiplicando sus cosechas «cien veces» — “מֵאָ֣ה שְׁעָרִ֑ים” (Bereshit 26:12). Este contraste resalta el favor divino hacia Itzjak, quien, con el tiempo, acumula grandes riquezas. Sin embargo, su prosperidad despierta la envidia de los filisteos, quienes tapan los pozos cavados por Abraham, quebrantando así el pacto establecido entre Abimelec y Abraham.
Rashi explica que los filisteos obstruyen los pozos por temor a que se conviertan en una ventaja estratégica para los invasores. Si ejércitos enemigos llegaran, podrían utilizar estas fuentes de agua como un recurso esencial durante el asedio. Aunque este acto parece motivado por el miedo a perder territorio, la verdadera razón subyacente es la envidia hacia la prosperidad de Itzjak. Los celos nublan su juicio, llevándolos a actuar irracionalmente y a romper acuerdos previos, privándose incluso a sí mismos, de una fuente vital.
Itzjak es finalmente expulsado por Abimelec y se dirige al Valle de Gerar, una zona rica en manantiales. Aunque cambia de ubicación, los conflictos persisten, ya que ahora giran en torno al acceso al agua. Los pastores de Gerar disputan la propiedad de los pozos cavados por Itzjak. En lugar de confrontar, Itzjak opta por desplazarse, evitando el conflicto. Al cavar un tercer pozo, la disputa cesa, y él interpreta este logro como un signo de la bendición divina, Itzjak reconoce la mano de D-ios en este logro y alaba al Creador, declarando que este pozo es una señal de que será fructífero y tendrá amplitud en la tierra prometida.
Nájal Gerar (en azul), parte de la cuenca de drenaje de Nájal HaBashur. Para referencia, en verde aparece Beersheva, en rojo Gaza. Foto del sitio web: https://amiramorenbikes.com/2017_1223_nachalgraryuvalav/
En algunos comentarios del Midrash, se profundiza en el simbolismo de Nájal Gerar, asignándole un significado profético. La contienda por los pozos representa una prefiguración de los futuros conflictos entre Israel y otras naciones. Los pozos tapados simbolizan la ocultación de la santidad y la verdad divina frente a la idolatría y la falsedad del mundo. La acción de Itzjak al reabrir estos pozos se interpreta como un acto de restauración del pacto con D-ios, un esfuerzo por desenterrar las fuentes de santidad y traer nuevamente la bendición divina a la tierra. Este acto prefigura el triunfo final de la verdad divina sobre la oposición y el engaño.
El Meam Loez interpreta que los nombres de los pozos cavados por Itzjak, como Esek, Sitná y Rejovot, no son meramente descriptivos, sino que reflejan etapas en la vida espiritual de Itzjak y del pueblo de Israel. Por ejemplo:
- Esek (litigio) representa conflictos inevitables cuando se busca expandir el conocimiento de D-ios en lugares hostiles.
- Sitná (enemistad) simboliza una oposición más intensa, comparada con las fuerzas del mal que intentan detener el progreso espiritual.
- Rejovot (amplitud) se interpreta como una etapa de expansión y paz, donde finalmente se alcanza un estado de prosperidad y serenidad espiritual.
El Midrash amplía esta narrativa, sugiriendo que los pozos cavados por Itzjak representan las luchas por establecerse y prosperar en la Tierra Prometida. Los conflictos que nuestro patriarca enfrenta son interpretados como una metáfora de las dificultades que el pueblo judío enfrenta a lo largo de la historia para mantener su identidad y fe, especialmente en territorios extranjeros o fronterizos como Gerar.
Geográficamente el Valle de Gerar se encuentra en el Negev y es parte del curso de Nájal Gerar, el mayor afluente de uno de los arroyos más grandes del Negev: Nájal HaBashur. Nájal Gerar tiene una longitud de 50 km., su comienzo se sitúa en el arroyo cerca al Kibutz Lahav, desde allí fluye hacia el oeste, hasta unirse a Nájal Bashur, cerca del Kibutz Re’im en la región de Eshkol (lugar donde se realizó el festival Nova), zona golpeada por el odio y la violencia reciente, como ocurrió en el trágico ataque durante el Shabat de Simjá Torá en 5784. La historia de contienda en Nájal Gerar resuena con estos eventos modernos, recordándonos el «Esek» (disputa) y el «Sinat» (enemistad) que enfrentamos a lo largo de la historia. Sin embargo, permanecemos firmes en la esperanza de experimentar la expansión y la prosperidad simbolizadas por “Rejovot”, confiando en la promesa divina de ser fructificados, consolidados y expandidos en nuestra tierra.
אנדרטת נרצחי פסטיבל נובה – Monumento a los caídos en el Festival Nova, ubicado en el parqueadero de Kibutz Re’im. Foto del sitio web: www.zman.co.il