Una enseñanza para nuestra Mesa de Shabat

La sección final de Perashat Vayerá cuenta la famosa historia de «Akedat Yitzjak», la preparación de Abraham para sacrificar a su hijo, Yitzjak, en cumplimiento del mandato de D’s. El Targum Yonatán Ben Uziel (22:9) trae un Midrash fascinante sobre el altar que Abraham erige en preparación para inmolar a su hijo. El Targum Yonatán cuenta que en este sitio, que más tarde se convirtió en el sitio del Bet Ha-Mikdash (ver Dibré Hayamim II 3:1), Adam Ha-Rishón había construido un altar sobre el cual ofrecía sacrificios a D’s, pero fue destruido por el diluvio. Después del diluvio, Noaj construyó un altar y ofreció sacrificios en ese mismo lugar, pero luego fue destruido por Dor Ha-Palgá, la generación de la dispersión, que construyó la Torre de Babel. Abraham ahora reconstruyó este altar para realizar la Akedá.

Esta imagen, de Abraham reconstruyendo las ruinas de Dor Ha-Palgá, bien puede reflejar toda la naturaleza de la misión para la que fue elegido. Muchos comentaristas, incluido Rab Shimshon Refael Hirsch, han notado el paralelo contrastante entre el objetivo del Dor Ha-Palgá – «nos haremos un nombre» (11:4) – y el frecuente «Invocar en el Nombre de D’s» de Abraham (12:8, 13:4, 21:32). 

Los constructores de la torre buscaron glorificar el nombre de la humanidad, afirmar su autoridad tanto sobre la tierra como sobre el cielo. Como Rashí (11:1) cita del Midrash, declararon la guerra, por así decirlo, al Todopoderoso, intentando tomar control de Su dominio, los cielos. Querían demostrar que el hombre puede triunfar sin D’s e incluso puede dominar a D’s. Abraham, por el contrario, se propuso glorificar el Nombre del Todopoderoso. Su mensaje fue que estamos aquí para servir a D’s, no a nosotros mismos

En este sentido, entonces, Abraham reconstruyó el altar que el Dor Ha-Palgá había destruido. Rechazaron la noción de sacrificar a D’s como un acto simbólico de humilde sumisión a Su autoridad. Abraham dedicó su vida a reconstruir este ideal religioso fundamental de «invocar el Nombre de D’s», la creencia en un D’s que controla nuestras vidas y determina nuestro destino.

Además, este Midrash también alude a una conexión conceptual entre Migdal Babel y el Bet Ha-Mikdash. La ilustración del Dor Ha Palgá destruyendo el altar que se encontraba en el Monte Moriah, el futuro sitio del Templo, tal vez señala el hecho de que la generación de la Torre buscó destruir el mensaje fundamental del Bet Ha-Mikdash. 

Como Menajem Leibtag ha desarrollado detalladamente, la función principal del Bet Ha-Mikdash se relaciona con este tema del «Nombre de D’s«. En la segunda mitad del Sefer Debarim, la Torá se refiere repetidamente al Mikdash como «ha-makom asher yivjar HaShem le-shakén Shemó sham», el lugar que D’s elige para que habite Su Nombre. (Por ejemplo, ver Debarim 12:5,11,21; 16:2.) De manera similar, en Sefer Shemuel II (7:13), D’s hace que el profeta informe a David que su hijo construirá un edificio «li-Shmí» – «por Mi Nombre.» (Véase también Dibré Hayamim I, capítulo 22.)

La construcción de un enorme edificio en medio de una ciudad importante para glorificar el Nombre de D’s marca la inversión de la tendencia iniciada por los constructores de Migdal Babel, que deseaban construir un enorme metrópolis y enorme torre para celebrar los logros humanos. El proceso de corregir este defecto comenzó con Abraham Abinu, quien invocó el Nombre de D’s, y continuó hasta la construcción del Bet Ha-Mikdash, la casa dedicada a glorificar el Nombre del Creador.

Este, quizás, sea el mensaje subyacente del Midrash citado en el Targum Yonatán. El Dor Ha-Palgá destruyó el altar, el concepto de sumisión y servicio a D’s. Abraham comenzó el esfuerzo de reconstruir ese altar, proceso que alcanzaría su cúspide con la construcción del Bet Ha-Mikdash en ese mismo sitio.

Mordejai Maarabi

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