“Las Semillas del Mashíaj”
Aunque nosotros comencemos contando el año nuevo desde Tishré, los meses lunares judíos comienzan con el mes de Nisán (Shemot 1:2). “El pueblo judío cuenta guiándose con la luna… (Bereshit Raba 6:5).”
Aunque nosotros comencemos contando el año nuevo desde Tishré, los meses lunares judíos comienzan con el mes de Nisán (Shemot 1:2). “El pueblo judío cuenta guiándose con la luna… (Bereshit Raba 6:5).”
Entonces, ¿por qué ‘Jazal’ ubicaron a Bereshit –el comienzo- específicamente en Tishré? El Rab Tsadok HaKohen sugiere una explicación.
Cada Shabat tiene su propia personalidad –“Es el sacrificio del Shabat en cada Shabat… (Bemidbar 28:10).” Cada Shabat posee su propia y especial Kedushá, la cual es dada a conocer por la perashá correspondiente. No es coincidencia que leamos una específica perashá en un específico Shabat. Todo está considerado en el plan de la Creación.
Así, el espíritu especial que ejemplifica este Shabat se alude en Perashat Bereshit. “…Y el Espíritu de Elokim sobrevolaba por sobre las aguas…(Bereshit 1:2), esto [se refiere] al espíritu del Mashiaj…(Bereshit Rabá).”
El hombre fue creado puro, sin manchas. No obstante, la Creación dio lugar –potencialmente- al pecado, que cobró forma en la serpiente primitiva. Sin embargo, anticipándose al mal, HaShem sembró semillas para la erradicación de la maldad –el Mashiaj.
“En el futuro (en la era del Mashiaj), Hakadosh Baruj Hú traerá al Yetzer Hará (el impulso del mal) y lo hará pedazos (Sucá 52ª).” Consiguientemente, Perashat Bereshit alberga las semillas de la futura redención.
¿Durante qué mes seremos finalmente liberados de las cadenas del pecado? “Rabí Eliezer dice: en Tishré el mundo fue creado…y en Tishré nosotros estamos destinados a ser redimidos. Rabí Yehoshúa dice: en Nisán el mundo fue creado y en Nisán estamos destinados a ser redimidos (Rosh HaShaná 10b-11ª).”
Notemos que según ambas opiniones, la redención ocurrirá en el mismo mes tal cual sucedió con la Creación, así como aprendimos, la Creación contuvo dentro de sí las semillas del Mashiaj.
Según Rabí Eliezer, la redención brotará de la Teshuvá de los Diez días de Arrepentimiento. Primero, el claro y agudo sonido del Shofar despertará en la gente el arrepentimiento. Luego, en Iom Kipur, ellos enmendarán todas las aberraciones por medio de su propia expiación. Finalmente, en Sucot, el tiempo de nuestro regocijo, la guerra de Gog y Magog se desatará (Haftará de Shabat-Sucot); preparando esta etapa para la coronación del Mashiaj, el emisario de HaShem.
Según Rabí Yehoshúa, nuestra futura redención se reflejará desde el éxodo de Egipto. Habrá diez plagas sobrenaturales, por medio de las cuales los judíos se purificarán y distinguirán de las naciones del mundo. Consecutivamente ellos se emanciparán de la esclavitud de la tierra para llegar a la libertad espiritual.
Una diferencia importante entre Rabí Eliezer y Rabí Yehoshúa es la siguiente: si Pesaj ocurriese sin la manifestación Divina, es lejana la alternativa que la redención suceda inmediatamente. Pero en Tishré, el aparente fracaso de Sucot para inducir la redención no significa un indicio inevitable de la negación/incapacidad del Mashiaj para revelarse. ‘Porque Tishré por su misma naturaleza, es especialmente conducente para la llegada del Mashiaj’ (Tanjuma, Shelaj).
Sucot ha pasado y el Mashiaj aún no está aquí. Pero ‘Jazal’ no quisieron desalentarnos. Aún quedan esperanzas. Las semillas han sido plantadas y están ansiosas por empujar sus primeros brotes tiernos y ascendentes en nuestro mundo. Todo lo que se necesita para que esto ocurra, es que seamos dignos y merecedores de ello.
Consiguientemente ‘Jazal’, estableció que Perashat Bereshit, la perashá del Mashiaj, sea leída después de Sucot.
Citando a Rab Tsadok: “Porque aunque nosotros veamos que más de 1800 años han pasado y que aún no hemos sido meritorios de ser redimidos, quizás en este Shabat tendremos el mérito para ser redimidos inmediatamente…”
Este Midrash continúa diciendo: “¿En mérito de qué viene el Mashiaj? ‘…y el viento de Elokim soplaba por sobre las aguas’ —en mérito de la Teshuvá, que es comparada con el agua, así como dice: ‘Que vierta su corazón como el agua…’ (Eija 2:19).”
Por supuesto, uno siempre puede hacer Teshuvá. Pero el tiempo es maduro justo ahora. Si siempre necesitábamos de la redención, el tiempo es ahora. El año venidero retiene muchas sorpresas para nuestra nación. ¿Cómo podemos entonces no hacer Teshuvá? ¡¡Que vierta su corazón como agua…!!
¡¡Shabat Shalom uMeboraj!
¡¡Shaná Tová uMetuká!!
¡Tizcú leShaním rabot!!
Mordejai Maarabi