Shabat Nitzavim-Vaiélej 5784

Haftará: “Sós asís ba-HaShem…” (Isaías, Cap. 61: 10 – 63:9) (‘Shiv’á deNejemta – 7ª Haftará de Las Siete Semanas de Consuelo)

“Nofet titofna siftotáij calá…” – ‘una dulce miel destilan tus labios, amada mía’- expresa el rey en su Cantar. Como anhelando escuchar su palabra, sentir el aliento del decir, llenarse del aroma sagrado que los labios pueden murmurar, para acercar, al amado hacia el lugar del ensueño… Donde todo puede ser. Donde todo vuelve a ser…

Gotas de miel que destilan el amor por el encuentro y fluyen, cual rocío Celestial, de la esperanza por el sentido que las palabras enhebran, haciendo el más bello collar de rimas frescas que unen, que reúnen y abrazan, a los que se encuentran.

“Devásh vejaláb tajat leshonej…” continúa el amado ofreciendo sus sensaciones. ‘Miel y leche reposan bajo tu lengua…’. Pues las palabras, no sólo evocan dulces recuerdos. Son nutrientes esenciales en la construcción del vínculo del amor…Allí, bajo la lengua –‘lashón’- se ocultan las más puras razones. Pues en la lengua habita el idioma que no requiere traducción. Que no necesita de intérpretes sino de locutores. De seres parlantes que hagan del decir, una creación. Única e irrepetible como aquella primera del mundo de Bereshit…Una creación de miel y de leche que conjuguen el más puro amor. El más simple. El más genuino. El que logra entremezclar el saber total –como nutriente- y el sabor total, como la miel…

“Ve reaj salmotáij ke-reaj Lebanón…”‘y la fragancia de tus ropajes, exhalan aromas del Lebanón’- concluye el rey su declaración de embriaguez ante la presencia de la amada.

El Shir HaShirím confecciona una armoniosa mirada y nos invita a detenernos en los espacios donde lo humano se enaltece. Se dignifica. Se glorifica… ‘Labios que destilan miel’ parecen dibujarnos la imagen de individuo cuya intensidad parece haber alcanzado los altos cielos y se presenta ante El Creador con su regalo más fiel. Labios que intentan desplegar sus consonantes vocalizadas y comunicarse. Labios que sufren del silencio y que ahora se abren en amplitud para dejar pasar una suave y profunda sensación de plenitud y bienestar…

“HaShem, sefatái tiftaj…” – ‘Mi D’s, abre Te ruego, mis labios’- es el principio de todo. Allí nace la vocación del hombre libre por afirmar su libertad y sostenerla. El hombre de la plegaria recurre a sus labios –como el amado para reconocer a su amada-, y percibir entre sus murmullos, torrentes de sentimientos duces como la miel que piden inundar el fértil campo del pedido humano. De la necesidad humana por doquier…

Es cuando, el Amado, reconoce el aroma. Huele la miel y sabe del amor que alimenta su dulzura… ‘Miel y leche debajo de tu lengua’ parece ser la respuesta a mi pedido por ‘mis labios’.

¡Deja salir lo oculto que permanece en ti! Parece sugerirnos el Creador al leer la continuidad del versículo. Tus labios ya fueron abiertos por esos torrentes inclaudicables de miel…Ahora es tiempo que aquello que está muy dentro tuyo, pueda expresarse. Nuestra sagrada Torá, querido lector, ha sido comparada con la leche y la miel….Es tiempo, parece insinuarnos El Creador, de hablar de Torá. Una Torá que nutre y a la vez, gusta. Una Torá que atesora todo el saber y pertrecha todo el sabor…

Ingresamos al último Shabat de Elul. Último también, Shabat del año…Tras él, un nuevo tiempo asomará para nosotros. Tiempo de acción y reacción. Tiempo de inflexión y de reflexión. Tiempo cuando, si lo queremos, acudiremos prestos a una cita, a un encuentro. Un encuentro pautado desde hace casi 5780 años. Un llamado. Una evocación. Una insinuación. Un deseo…

Tiempo donde lo real pide permiso para ser parte. Nosotros, nuestras familias y nuestros queridos. Reales, tangibles. Los que están y los que ya no están…Todos dejan entrever la imagen sagrada del encuentro y los aromas que el mismo despierta. Allí están los labios pletóricos de miel. Porque cuando el recuerdo es dulce, el presente quiere perpetuar ese sabor. Las palabras juegan entre los recuerdos y traen escenas de otros años, otros tiempos, otros sueños. Y sin embargo, la embriaguez de todos los amados, nos inunda y nos transporta por entre los años, a un encuentro. A un regalo…Porque todos se hacen presente…

Pues este Shabat nos depositará en las frágiles páginas de un nuevo calendario. Todas ellas por llenar. Cada día y su misión. Cada tiempo y su visión. Entonces, cada una de las noches mágicas de este año por comenzar, nos invitan a probar de la miel exterior, para guardar los sinsabores y aguardar, los sabores dulces y buenos que el nuevo tiempo depara…

Así querido amigo, estimada lectora, nuestro ‘brindis’ será con la miel… Para que nuestros labios la destilen y el D’s amado nos recuerde el tesoro que llevamos –la leche y la miel bajo nuestras lenguas-. Entonces, nuestra mesa se colmará de aromas únicos y de palabras placenteras…Pues todo lo que pedimos, se halla dentro de nosotros y espera por manifestarse.

Entonces, el nuevo año nos hará frondosos –en sabiduría y en acciones-, y nuestras ropas emanarán fragancias singulares. “Ke-reaj Lebanón” –tal como el aroma delicioso del Lebanón– afirma el rey. Nosotros, habremos plasmado entonces, el deseo –la Voluntad misma del Creador- expresada desde el día mismo de la Creación de hombre sobre la tierra (cuyo aniversario es Rosh HaShaná) y que decía: “…col retzono shel Makom, laasot lo dirá batajtoním”. ‘Todo el deseo del Creador fue, desde el tiempo que finiquitó la Obra del Génesis, habitar entre los hombres…’.

Nuestras ropas se verán colmadas de una fragancia especial. Un perfume que sabe al aroma del LebanónLebanon es el nombre que el Midrash le concede al Beit HaMikdash, el Sagrado Templo de Jerusalém…

Quiera D’s, en Su Infinita Bondad, que alrededor de nuestra mesa, las fragancias del alma –dulces y placenteras- inunden nuestra vocación de ser y de vivir; y quiera D’s, abrir nuestros labios para que podamos descubrir la inmensa riqueza que habita bajo nuestra lengua –nuestro idioma como lenguaje, nuestro idioma del saber vivir- y plantarnos definitivamente, allí, donde el ‘Lebanón’ espera por nosotros. Por nuestras ropas especiales. Ropas que emanan perfumes de sabiduría, aromas de eternidad…

¡¡Shabat Shalom uMeboraj!

¡¡Shaná Tová uMetuká!!

¡Tizcú leShaním rabot!!

Mordejai Maarabi

Rogando por la recuperación de los miles de heridos; elevando una plegaria silenciosa y quebrada de dolor, por todos los asesinados y muertos en esta guerra terrible…y rogando a HaShem por nuestros valientes Jayalím y la imediata liberación de todos los cautivos que permanecen en manos de las bestias salvajes!!!

Alcanzamos el tiempo de Rosh HaShaná…Un año sensiblemente diferente ha transcurrido. Una sensación de agobio, de ‘no poder ver’ hacia adelante…Un año donde el dolor y la consternación nos acompañaron cada día…Y aún, todo parece seguir como aquel Simjat Torá, que el enemigo –que odia hasta la médula- quiso y casi logró transformar ese día en un día de duelo. Ciertamente hubo duelo…Pero HaShem, más allá de Su Juicio riguroso, nos abrazó…Tal vez “sin mirarnos a los ojos”, pero nos abrazó. Y aquí estamos, frente a un nuevo año. Llenos de expectativas. Intentando cambiar lo que debemos. Tratando de curar y reparar tantas brechas y heridas…Estoy convencido que Am Israel lo logrará. Porque al comenzar un nuevo año, una nueva vida parece golpear las puertas de la conciencia y del corazón…Eso necesitamos: conciencia del otro, amor a D’s. Shaná Tová uMborejet. Desde un corazón que aun sufre por tantas ausencias. Pero que aguarda volver a verlos a todos…Un fuerte abrazo.

Rab Mordejai Maarabi
Ex Gran Rabino del Uruguay
Rabino de la Kehilá ‘Torá veJaim’, Ra’anana
Bet Midrash ‘Sifté Cohen’, Ra’anana
Ulpán Giyur «Mekor Jaim», en idioma español

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